viernes, junio 06, 2008

LA ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL


Para Pablo García Baena


Muriérame yo, gladiador, arcángel, verte avanzar
abierta la camisa, tenue vello irisado
por tu pecho de cobre.
brazos, venas,
latido, curva, élitros de insectos
bajo el músculo, o velas de navio.
Muriérame yo en ellos, cautiva la cintura,
amenzado dardo presentido,
pálido acónito
igual que una fragrancia, preciso, me traspase.
Muriérame yo en tu ancho hombro
doblada mi cabeza. Empapado y oscuro
indeciso resbala por tu frente el acanto
y mi mejilla roza, y cubre y acaricia.
Muriérame, sí, pero no antes
de saber que me anuncia este desasosiego,
rosa gladiolo o en mi vientre ascua.
No antes que, febriles, mis dedos por tus ropas,
desordenándolas las desabotonen,
se introduzcan y lleguen
y puedan contemplar, averiguarte,
con su novicio tacto.

ANA ROSSETTI Devocionario



MADONNA Like a prayer

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esa canción es una obra maestra


(nunca renegar de las delicias de la cultura popular!)

Anónimo dijo...

el otro día comentábamos con mi amigo por usted conocido que Madonna se tendría que haber muerto después de esa época