domingo, enero 30, 2011

En una tienda había montones de pastillas de jabón artesanal. Tenían flores atrapadas en su interior y desprendían un perfume encantador.

- Estos jabones hacen cosas terribles - le susurró Gálmax a Hazel -. El más inofensivo sólo limpia la cara a tu reflejo del espejo y hace que salgas a la calle sin estar limpio, pero otro puede cambiarte la cara por la de la persona a la que más detestas. No sé cuánto dura el efecto. También tiene uno que hace que te salga muchísimo pelo, y otro que hace que te broten rabos de lagartija. Aunque lo peor...

Con horror, Hazel vió como la dependienta vendía una pastilla de jabón tras otra.

- ... lo peor - continuó Gálmax - es que tienen un jabón que limpia la memoria. Los que se lavan con él acaban por no recordar en absoluto quiénes son.

Flores de sombra de Sofía Rhei ya está en las librerías.

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